Ella no entiende el procedimiento, cuando y como darte un beso. Yo en cambio, encuentro el punto débil que te elevas en exceso. Ni siquiera se imagina de ese pacto misterioso con tu alma y tu cerebro. Tendrías que volver a nacer, para ver si en otra vida te enamoras de ella. No tiene la táctica adecuada para arrancarme de tu pecho. Yo que te fallé a ti mil veces, sigo siendo tu dueña. Que me pregunte como te conquisté, que anote mis truquitos en papel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario