Si, claro que estoy llorando. ¿O es que acaso esperabas que hiciera una fiesta como despedida? Y aplaudir que te vas destrozando mi vida, y al irte me vaya corriendo a la iglesia a pedirle a Dios que te bendiga. No, no podré perdonarte. A pesar de que te amo con toda mi alma, me obligas a odiarte. Hoy te ríes de mi, y no te duele dejarme, pero vas a volver a buscarme y te advierto que voy a vengarme. Vas a besar el suelo, por Dios te lo juro. Vas a pedirme perdón y no dudo, mendigarás por un beso de mis labios, tu piel rogará que la toquen mis manos. Se que voy a gozar cuando vengas llorando, voy a burlarme de ti al verte arrastrando. Te arrepentirás de haberme conocido, porque hoy me declaro tu peor enemiga. Y lo que te mereces por abandonarme, es que al volver te mande, a chillar a otra parte.
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