Cambiè.

Cambié. De ayer a hoy, noté como es la realidad. Quién es real, y quien es solo una idea, sos mi mejor ejemplo. Todos tienen opiniones, todos preguntas, pocos razón y pocos respuestas. Yo por suerte, estoy en el medio, pero en realidad, no me interesa tus opiniones, tus preguntas, tus aciertos y mucho menos tus respuestas. Sé quién soy y milagrosamente, no fuiste vos quien me ayudó a descubrirlo, todavía no le llamo madurez a lo que hoy soy, porque ninguno de nosotros es maduro y madura es la acción de aceptarlo. Estoy segura de que mañana (si es que hay uno) puedo sonreír, sin pensar en cómo eran nuestras risas, no me hace falta nada de vos, nada de tus abrazos, nada. Y es raro, es muy raro dejar de necesitar a alguien de un día para el otro, pero cuando esa persona deja de ser lo que era para uno, o esa persona deja de ser lo que ella misma era, no es a quien uno necesita. Me pasó a mi, yo no te necesitaba a vos, necesitaba a aquella persona que conocí (¿hubo tal?), no quiero volver a nada que no existe más, puedo intentar mil maneras de entender que pasó, pero son estúpidas excusas, que no me conducen a ningún lado, que yo quiera ir, son solo paradas, en las que no me pienso bajar: antes estabas en la última, ahora estabas en la primera y prefiero pasar de largo: porque no sos lo que espero, no sos a quien quiero, prefiero encontrar a alguien que sepa tratarme bien, y que pueda pensar que yo también, puedo estar mal. Pero hoy estoy bien, con ningún interés en volver.


No hay comentarios:

Publicar un comentario